Junto a TNC y Vida Silvestre, Coca-Cola de Uruguay dio forma al primer Fondo de Agua del país con el objetivo de preservar los recursos hídricos en la cuenca del río Santa Lucía. El ambicioso objetivo planteado es restituir 90.000 m3 de agua en el mediano y largo plazo.
“Esto es, como decía Artigas, ‘el centro de mis recursos’: acá es donde yo me siento bien, estoy en donde me gusta y no es comparable con ninguna de las otras cosas que hago. Disfruto estar en el monte o en el pastizal o mirando pájaros o trabajando con ganado o abriendo la portera para que entren los animales. Es por lejos el lugar donde me siento mejor”. Así sintetiza Esteban Carriquiry su vínculo con la estancia Santa Ema de la Costa, el predio de más de 600 hectáreas que conoce mejor que cualquier rincón de la ciudad donde vive.
El campo es el legado de cuatro generaciones de una familia que trabajó las tierras con esfuerzo y corazón. El desafío de preservar e incluso hacer crecer el patrimonio familiar fue recibido con orgullo junto a su hermano, con quien comparte la profesión de ingeniero agrónomo. Y ambos coincidieron en encarar el desafío con una convicción: la de transformar el establecimiento en un proyecto sustentable; es decir, capaz de mantenerse con sus propios recursos y reducir al mínimo su impacto en el medio ambiente. También acordaron que el campo no sería su único ingreso, por lo que decidieron desarrollar otras actividades laborales en paralelo.
Con esta idea como ordenadora de su labor comenzaron a implementar prácticas de ganadería en campo natural. Su conciencia ambiental se reafirmó en 2008, cuando se sumaron a la Alianza Del Pastizal y empezaron a adoptar medidas especiales con el propósito de darle un enfoque ecosistémico a su producción ganadera. Así fue como los Carriquiry comenzaron a rotar el ganado de modo de evitar el sobrepastoreo y la erosión del suelo, a la vez que sustituyeron algunos accesos a cañadas por un sistema de bebederos.
El modelo de producción del establecimiento Santa Ema de la Costa calzaba a la medida con el proyecto de restitución de agua en la cuenca del río Santa Lucía, impulsado por The Nature Conservancy (TNC), Vida Silvestre y
Esteban está convencido de que valorar el origen familiar de ese lugar hace que proyectar el futuro sea más relevante. Por eso, encuentra sentido en ser parte de este proyecto y llevar adelante medidas productivas con conciencia ambiental. “Tengo seis hijas y todas han tenido contacto con esto y a todas trato de transmitirles lo que hago porque quiero darles ese mensaje. Son conscientes de lo que está pasando, entonces le van a dar continuidad a esto. Eso de sumar generaciones en el mismo espacio es importante para que el mensaje perdure”, reflexionó el productor.
Coca-Cola Uruguay apoya el proyecto de TNC en el marco de su compromiso global con el cuidado del agua. En 2018, junto a Fundación INDRA, la Fundación Avina, la Intendencia de Rivera y el gobierno nacional a través de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), la Compañía devolvió a la naturaleza el 390% del agua utilizada en las bebidas producidas en Uruguay, mediante iniciativas de conservación en el Valle del Lunarejo.
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