En un ritual que ya se convirtió en clásico, a las 12 del mediodía del sábado 30 de septiembre el Presidente de
La 5° Convención Internacional de Coleccionistas de Coca-Cola reunió este año a 65 expositores en el tradicional salón Frers de La Rural, en Buenos Aires, donde miles de botellas, cuadernos, latas, espejos, pins, relojes, biromes, lámparas y estampillas cautivaron a los 12 mil visitantes que recorrieron la muestra.
Familias con chicos, adolescentes curiosos y parejas felices con sus nuevas latas de la marca –que consiguieron tras canjear las tapitas en el camión especialmente montado para la ocasión– conformaron un público tan ecléctico como los miles de productos en exhibición que los expositores eligieron compartir. En los días previos, coleccionistas argentinos, uruguayos, chilenos, paraguayos, peruanos, mexicanos, brasileños y hasta un español adornaron con esmero sus respectivos stands para la gran cita anual.
Frederic Garriga, recién llegado de Barcelona (España), contó a Journey que su colección ronda las 5.000 botellas, que guarda en un pequeño museo que posee junto a su casa y está abierto a los curiosos. Para él no hay diferencias entre los coleccionistas de distintos países: “A la larga, todos estamos locos”, bromeó.
Un buen ejemplo del gran motor que puede ser la pasión por la marca es el caso de Renato Shneider, oriundo de San Pablo, Brasil. Luego de organizarse con varios amigos para alquilar un pequeño camión, seleccionó sus 700 botellas de aluminio más curiosas y viajó durante cuatro días para participar por primera vez de la convención de coleccionistas en Buenos Aires. “Toda pasión se llama amor. Cuando tenemos amor tenemos todo. Amamos coleccionar, amamos viajar, conocer personas, disfrutar nuevas experiencias. Para eso estamos acá”, resume. Cerca de él, el stand de la familia Godoy esconde la peculiaridad de reunir a tres generaciones fanáticas del coleccionismo. Allí está Natalia junto a su pequeña hija y a su padre charlando con quienes se acercan a observar sus objetos en exhibición.
Presencia uruguaya en el encuentro
Entre quienes participaron de esta nueva edición de la Convención Internacional de Coleccionistas de
Roberto llevó al encuentro botellas representativas de Uruguay así como botellas de aluminio que trajo desde los Estados Unidos y España con el objetivo de intercambiarlas con sus amigos.
“A lo largo de los años uno va conociendo cada vez más socios y entablando relación con ellos que es lo más importante que voy a buscar a estos encuentros. Es con lo que uno se queda de verdad y para siempre, y eso es mucho más importante que una botella. Poder compartir con quien tiene la misma pasión que uno, darse cuenta, por suerte, que uno está loco pero no solo”.
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