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Ashoka es la red de emprendedores sociales más grande del mundo, y alcanza a más de 3.600 actores. En Uruguay esta red trabaja codo a codo con Socialab.
“Cuando los emprendedores sociales empiezan siempre tienen montañas rusas y, a veces, hay poco apoyo. La ayuda es fundamental para que el emprendedor no pierda esa chispita. Es importante que vean que hay empresas como
De las más de 20 iniciativas que fueron seleccionadas por Socialab tres participaron del evento organizado por
Ellos fueron Lucía Cutri, fundadora de Lombriz Urbana, una organización que fomenta el uso extendido de composteras y genera conciencia sobre la gestión de residuos; Valentina Quagliotti, directora de Ikusi, una productora de contenidos audiovisuales con fines sociales y Martín Varela, creador de Tintina, una aplicación que apuesta a la educación financiera de los más jóvenes. De entre todas las iniciativas presentadas fue finalmente Lombriz Urbana la que recibió el capital semilla otorgado por
Junto a María Mérola, Coordinadora de Ashoka, Lucía, Valentina y Martín compartieron sus inquietudes, propuestas de soluciones y visiones de futuro. “Al futuro me lo imagino limpio, clasificado y todo compostado con lombrices” dijo Lucía mientras que Martín lo anticipó “mucho más automatizado” ante una audiencia que seguía con atención todo lo que estos emprendedores sociales tenían para compartir con ellos. Mientras que Valentina invitó a los presentes a ser también parte del cambio. “Yo pienso que todos estamos de acuerdo en que queremos cada día un mundo mejor y nosotros estamos alineados con eso. Soñar es fácil” dijo Valentina e instó a todos a pensar e involucrarse cada vez más: “Mi pregunta es, ¿Qué tenemos que hacer hoy para encontrar ese lugar y ese mundo que soñamos?”.
María destacó la importancia de este tipo de oportunidades para generar sinergia entre los distintos actores sociales involucrados. “Es imposible que el cambio social positivo venga solo desde los emprendedores de impacto, o de la sociedad civil o de las empresas, o solo del Estado. Hay que pensar en un mundo donde todos estén pensando en una forma en que los cambios puedan suceder de manera colaborativa” explicó María a Journey.
Y concluyó: “El valor más grande que ellos encuentran en Ashoka es justamente esta red, entender que hay otras personas innovadoras que se están animando a impulsar cambios sociales y colaborar con ellos tiene un valor enorme. Y esos emprendedores a su vez inspiran a muchos más agentes de cambio para que sea normal en el día a día decir ‘soy un agente de cambio, estoy solucionando un problema’ y que no sean los emprendedores los que se salen del sistema sino que pasen a ser la regla”.
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